De jóvenes no vemos algunos aspectos de la vida laboral que nos damos cuenta cuando ya tenemos canas. A veces creemos que por estar en una empresa Multinacional conocida, lucir un distintivo, cobrar todos los meses y tener ciertos beneficios nos asegura el éxito.
Muchas personas que han pasado años en empresas «de primer nivel» (en muchos casos esclavos de lujo), luego se dan cuenta que solo han sido un número, que han vivido con un estrés y presión por mantener sus puestos o superarlos que hoy se encuentran con una salud muy endeble si no es con graves evidencias de lo que el estrés laboral puede ocasionar, cáncer, úlceras, problemas digestivos e intestinales, etc.
Tampoco es que han acumulado una fortuna que les permita vivir con pasión a la edad del retiro, la mayoría de la gente queda cansada, quemada, y ha gastado mucho dinero en consumir bienes para mantener su posición, para mostrar en muchos casos que se vive de un modo más elevado del que en realidad es. Y aunque hayas juntado un puñado de billetes puede que no te quede salud, energía o amor para disfrutarlos.
No es una visión pesimista, no son todos los casos, pero mucha gente me consulta y este patrón se repite una y otra vez. En mis cursos de «Trabajo Consciente», profesionales, empresarios y funcionarios que nunca han hecho lo que deseaban o que se pasaron años en multinacionales o empresas públicas bajo cierto halo de seguridad, con el tiempo se sienten un poco vacíos, o están cansados, contrariados, aburridos en muchos casos.
Claro esas cosas no pueden verse cuando se es joven, solo nos mueve la ambición y el afán de superación y creemos que «lo estamos logrando», que estamos siendo exitosos, nos sentimos más que otros que trabajan con menos presión o en emprendimientos propios.
Creemos que pondremos en juego todas nuestras virtudes y en muchos casos solo recibimos migajas que suelen ser consideradas pepitas de oro si nos comparamos con otros que están peor.
Las pymes modernas en muchos casos o las empresas sociales pueden ser un lugar propicio donde dar brillo a todo el potencial, donde te reconozcan la tarea, tus ideas tu capacidad de trabajar en equipo, tu innovación y donde ocupes un lugar destacado.
Ojo, reflexiona, proyecta tu vida laboral de hoy a 10 o 20 años y si resiste el análisis sin verte enfermo o infeliz en el futuro, entonces adelante, de otro modo, busca nuevos horizontes.
Analiza la posibilidad de ser emprendedor o de asociarte con otros, en fin, conformarse puede ser una muerte lenta y penosa.
Siempre se puede estar mejor, no te rindas nunca!
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