Creencias Limitadoras o Creadoras.

Detrás de cada fracaso, de cada meta sin cumplir, de cada sueño que demora en cumplirse suele existir una “creencia limitadora”, una convicción interna a la que hemos adherido y aceptado y que subconscientemente nos empuja a sabotear la concreción de todo aquello que no responda a esa creencia.

Estas creencias pueden provenir del Inconsciente Colectivo de nuestra cultura, del de nuestra familia o simplemente haberlo adquirido de chicos en virtud de alguna experiencia que hemos vivido.

Estas convenciones a las que hemos adherido o aceptado sin más, provocaran situaciones de modo tal que estas creencias se verifiquen en nuestro mundo externo.

Por ejemplo:

Si trabajo como empleado de una empresa desde hace muchos años y siento que me haría feliz tener mi propio emprendimiento pero toda vez que lo intento algo se interpone y  desisto de la idea, es posible que mi subconsciente se encuentre infectado por creencias limitadoras (memorias) tales como:

“Es preferible poco pero seguro”

“En tiempos de crisis mejor no innovar”

“Pocos de los que emprenden tienen éxito”

Pueden ser muchas memorias o una muy potente, que ha sido grabada desde hace tiempo. Y como el subconsciente y el Ego necesitan que esa creencia se corrobore en la realidad cotidiana, atraerá hacia si mismo situaciones que verifican la creencia. Literalmente rellena ‘la realidad holografica” de esa persona en función de esa creencia.

– Escucho que un vecino le va mal en su emprendimiento,

  • Enciendo la TV y veo en un noticiero una estadística de fracaso de emprendimientos en el primer año de vida;
  • Comento con amigos o familiares la idea de independizarse y me dicen  “agradece que tienes trabajo y cuídalo como oro …”:
  • Me sorprendo a mi mismo repleto de ideas negativas y miedos a “cambiar” mi vida, a arriesgarme a algo desconocido.

Una vez que se encuentra esa o esas creencias limitadoras es posible tomar consciencia que es solo eso, una fantasía, un invento de la mente que se ha incorporado en forma inconsciente. Un obstáculo de la mente que es preciso trascender para vivir eso que profundamente se ha sentido en el corazón.

Luego de esa profunda comprensión es posible instalar “creencias potenciadoras o creadoras” a fin que nuestra vida sea percibida desde ellas, tales como:

“es posible manifestar lo que uno quiera es esta realidad”

“que a otros no les haya ido bien no significa que a mi me ocurra”

“creamos lo que creemos”

“quiero y puedo tener mi propio negocio y se que eso me hace feliz”

Finalmente, alimentado el subconsciente con esas nuevas creencias de polaridad positiva, este procede a  “rellenar” la realidad holográfica con nuevas pautas que permiten percibir y atraer a si mismo fenómenos concordantes con su veracidad:

– Escucho que un amigo acaba de renunciar a su trabajo después de muchos años y se siente muy feliz y deseoso de iniciar una nueva vida independiente.

  • Enciendo la TV y veo en un documental una estadística de éxito de nuevos emprendimientos y fuentes de financiamiento y subsidios para iniciarlos;
  • Me llega un mail inesperado con la invitación a una charla para nuevos emprendedores y me apunto,
  • Conozco una persona que se reúne semanalmente con un grupo de exempleados y “parados” que están recreando sus vidas a nivel laboral;
  • Comento con un amigo que “casualmente” me encuentro después de varios años y me dice  “agradezco que me despidieron hace 3 años porque descubrí mi verdadera vocación, inicie mi negocio y ahora soy feliz …”:
  • Me sorprendo a mi mismo sintiendo una confianza inusual en mi, un sentimiento de paz y armonía y pasión por cambiar, sin miedo.

Ha cambiado la vida, el Inconsciente Colectivo o la realidad?

NO

Ha cambiado la forma en que estoy “percibiendo” los hechos de mi realidad y generando nuevos hechos a partir de creencias de polaridad positiva y convenientes para mi proceso evolutivo y consciencial.

Ahora bien, toda vez que modifico mi propia realidad holográfica colaboro en la creación y modificación del Inconsciente colectivo (realidad holográfica instalada y aceptada por una mayoría o masa crítica).

Todo lo que hacemos con nuestras creencias se encuentra conectado y afectando a todos los demás seres en tanto se encuentran en la misma red existencial.

Quien cuida sus creencias no solo cambia su vida (que es un regalo enorme de la vida), ayuda (sin proponerse ayudar) a cambiar a los demás seres.

Que disfruten.

Prof. Licenciado Sergio Quiroga Morla

Grupo y equipo de trabajo, no es lo mismo!


En el mundo de los negocios es habitual escuchar la afirmación: “trabajamos en equipo”, sin embargo en la mayoría de las ocasiones se confunde con el concepto de grupo de trabajo”. Son conceptos estrechamente ligados, con ciertas semejanzas, pero diferentes.

Un grupo es un conjunto de personas formado al azar, por cercanía, por afinidades, etcétera, donde se espera que todos estén capacitados y dispuestos para el desarrollo de actividades comunes para el logro de un objetivo compartido. Podría ser el caso de un grupo de vendedores de calle, o de telemarketers en un call center o de cajeras en un supermercado. Muchos se sorprenderán pero un grupo de operadores no es un equipo.

El equipo implica un conjunto de colaboradores pero con roles distintos que se integrarán para el logro de los objetivos, desempeñando, cada uno de ellos su actividad diferenciada, aunque de forma complementaria y cooperativa.

Por ejemplo en un equipo de cualquier deporte, cada uno desempeña un rol diferente y complementario para el logro del objetivo compartido. En el fútbol, no todos son goleadores, o defensores. Cada uno tiene un rol que, incluso se cumple de diferente forma en relación con las exigencias de la realidad de cada partido a enfrentar. De esta forma deben constituirse los equipos de trabajo en la empresa.

Tener siempre presente, “trabajar juntos” no es “trabajar en equipo”., por ello mucho se habla de trabajo en equipo, pero poco se hace; no porque no se quiera, sino porque un equipo de trabajo no se constituye con solo decidir hacerlo.
Para lograr un buen funcionamiento y eficacia de equipo, en su constitución hay que obtener la resultante de tres factores combinados.

1. Determinar las tareas a realizar conjuntamente, de acuerdo con las actividades que debe llevar a cabo el equipo para alcanzar los objetivos.
2. Establecer claramente las relaciones técnicas o funcionales que se derivan de esos objetivos, con el fin de determinar las responsabilidades de unos y otros en lo que hace a la realización de actividades y tareas y a la forma de realizar el trabajo propiamente dicho.
3. Considerar los procesos socio-afectivos que surgen de la inserción de los factores humanos intervinientes y que hacen referencia a las modalidades y tipos de relaciones que se establecen entre las personas que forman parte de un grupo (en este caso con el propósito de constituirse en equipo).
Aquí tiene que ver todo lo que hace al carácter informal emotivo que se da en el interior de cada grupo.

Entonces definimos equipo como:

un grupo de trabajo
(cumple tarea según objetivos)
en unidad integrada
(no como simple agregado o reunión accidental de personas)
que se gobierna a sí mismo
(a través de la integración.)
en libertad ordenada
(mediante normas para ordenar lo aceptable y lo no aceptable).

Otra cuestión a considerar, es que nuestra educación y socialización no siempre ayuda a que tengamos aquellas cualidades necesarias para el trabajo en equipo.
Más bien ocurre lo contrario, trabajar en equipo supone actuar con los demás, colaborar con los otros, distribuir funciones y responsabilidades; aprender a escuchar las opiniones y los aportes de cada uno; así como saber expresar los propios puntos de vista.
Una organización no puede funcionar eficazmente con personas que, estando en una tarea en común, actúan cada una por su lado, o con personas desinteresadas de la tarea que deben realizar.
Inmediatamente surgen los siguientes interrogantes: ¿cómo constituir los equipos de trabajo?, y, una vez constituidos, ¿cómo asegurar que los equipos funcionen de manera productiva y gratificante?.
Para responder a estas cuestiones de una manera práctica, queremos señalar cuáles son las características esenciales de un equipo de trabajo. Para ello recurrimos tanto a los aportes de la psicología de grupo, como a los especialistas en administración; todo ello tamizado por nuestra propia experiencia.

En los textos de administración, los aspectos relacionados con el “trabajo en equipo” se presentan en el tema “Grupos y Comités” que Stoner, (1996) define como “dos o más personas que interactúan e influyen en otros para lograr un propósito común” en la versión del texto de Koontz-Weirich (2004) se define un equipo como “número reducido de personas con habilidades complementarias comprometidas con un propósito común, una serie de metas de desempeño y un método de trabajo del cual todos son responsables” Robbins (1999) precisa más la diferencia entre grupos y equipos, cuando plantea que la meta de los grupos de trabajo es compartir información, mientras que las de los equipos es el desempeño colectivo. La responsabilidad en los grupos es individual, mientras que en los equipos es individual y colectiva.

En cuanto a las habilidades, en los grupos éstas son aleatorias (es decir, casuales) y variables, mientras que en los equipos son complementarias. La diferencia principal que señala es que “un equipo de trabajo genera una sinergia positiva a través del esfuerzo coordinado” mientras que un grupo se limita a lograr determinados objetivos.

No obstante, no hay diferencias esenciales entre el proceso de formación y desarrollo y las técnicas para el trabajo en ambos.

Además, será preciso  para que el equipo funcione un liderazgo eficiente, comprometido y experto.

Prof. Licenciado Sergio Quiroga Morla