Stress laboral: síntomas a tener en cuenta.

Según la Asociación Española para el estudio del Estrés,

este  supone una reacción compleja a nivel biológico, psicológico y social. La mayor parte de los cambios biológicos que se producen en el organismo cuando está sometido a una reacción de estrés no son perceptibles para el ser humano y se precisan procedimientos diagnósticos para determinar el nivel de la reacción. Sin embargo, a nivel psicológico muchos síntomas producidos por el estrés pueden ser fácilmente identificados por la persona que está sufriendo dichos cambios. La reacción más frecuente cuando nos encontramos sometidos a una reacción de estrés es la ansiedad.

Los síntomas de ansiedad más frecuentes son:

1. A nivel cognitivo-subjetivo: 

  • preocupación, 
  • temor, 
  • inseguridad, 
  • dificultad para decidir, 
  • miedo, 
  • pensamientos negativos sobre uno mismo 
  • pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los otros, 
  • temor a que se den cuenta de nuestras dificultades, 
  • temor a la pérdida del control, 
  • dificultades para pensar, estudiar, o concentrarse, etc.

2. A nivel fisiológico: 

  • sudoración, 
  • tensión muscular, 
  • palpitaciones, 
  • taquicardia, 
  • temblor, 
  • molestias en el estómago, 
  • otras molestias gástricas, 
  • dificultades respiratorias, 
  • sequedad de boca, 
  • dificultades para tragar, 
  • dolores de cabeza, 
  • mareo, 
  • náuseas, 
  • molestias en el estómago, 
  • tiritar, etc.

3. A nivel motor u observable: 

  • evitación de situaciones temidas, 
  • fumar, comer o beber en exceso, 
  • intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.), 
  • ir de un lado para otro sin una finalidad concreta, 
  • tartamudear, 
  • llorar, 
  • quedarse paralizado, etc.

El estrés, además de producir ansiedad, puede producir enfado o ira, irritabilidad, tristeza-depresión, y otras reacciones emocionales, que también podemos reconocer. 

Pero además de estas reacciones emocionales podemos identificar claramente otros síntomas producidos por el estrés, como son el agotamiento físico, la falta de rendimiento, etc.

Finalmente, si el estrés es muy intenso y se prolonga en el tiempo, puede llegar a producir enfermedades físicas y desórdenes mentales, en definitiva problemas de salud.

 

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